Jeremías 31,31-34:
Haré
una alianza nueva y no recordaré sus pecados.
Salmo
Responsorial 50: R. / Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Hebreos 5,7-9:
Aprendió
a obedecer y se ha convertido en autor de salvación eterna.
Juan 12,20-33:
Si
el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho fruto.
Hoy la liturgia, sabía y maestra, nos
presenta a un grupo de griegos o sean a un grupo que no era judío que querían
ver a nuestro Señor Jesucristo. Esto
encierra en sí mismo un mensaje mucho más grande y trascendente que lo que nos dicen
las palabras.