2 de diciembre de 2014

Consultas & Respuestas: Todavía no es Navidad…

Este pasado domingo (noviembre 30, 2014), primer domingo de adviento (Ciclo B) estaba “chateando” (conversando en línea) por Facebook con una de mis amistades.  Esta persona me pregunto si mañana comenzaba la navidad. 

Sin duda alguna esta pregunta me dio mucho que pensar (pero no por la persona ni porque me haya preguntado eso) y que reflexionar.  Claro está le explique que apenas comenzaba el tiempo de adviento y que la navidad propiamente el día 24 (a la medianoche) desde el inicio del día 25 de diciembre.
Lamentablemente vivimos en medio de una sociedad y en un mundo que nos quiere meter sus ideas y propagandas “por boca y nariz” como solemos decir en mi pueblo.  Es muy común ver en el comercio en especial en las grandes cadenas comerciales una vez pasado el Día de Acción de Gracia poner todo lo de la navidad.  El famoso “viernes negro” (Black Friday) es un perfecto ejemplo de esto.  Ahora también para rematar se inventaron el “lunes cibernético” (Cyber Monday) donde según los anuncios publicitarios usted puede adquirir grandiosos cosas.  También hay que decir que hay algunas de estas tiendas que tienen su propaganda navideña desde antes de Acción de Gracia.
Los medios publicitarios nos van adoctrinando ya desde antes del “día de la brujas” (Halloween).  Ya que para esta celebración también orquestalmente o magistralmente están muy bien preparadas sus campañas publicitarias.  Veamos como ejemplo este mismo día de “Halloween”.  Esta palabra Halloween viene del antiguo inglés “hallow = santo + eve =vísperas” lo cual se traduce gramaticalmente al español como la víspera del día de los santos.  Es muy conocido que las propagandas comerciales para este día (al igual o mayormente en acción de gracias y navidad) suele ser multimillonarias. 
Ciertamente el problema no estriba solo en lo que he mencionado antes.  Esta propaganda comercial tiene la “suprema” intención de adoctrinarnos de tal forma que perdamos de perspectiva las enseñanzas de la Iglesia y muchas veces nos desvían de la moral cristiana que nos ha enseñado la Iglesia por ende nos desvía de los que Jesucristo nos ha enseñado también.  Muchos de estos planes y/o proyectos publicitarios van más allá que la compra y venta.
Según estudios psicológicos y psiquiátricos estas campañas están diseñadas con técnicas apoyadas por métodos psicológicos de forma tal que descifre el o las áreas más débiles o sea el lado más débil en cuanto a nuestros gustos se refieren.  
Quisiera dar un ejemplo muy personal.   Mi debilidad en cuanto comprar cosas son los equipos electrónicos y programas (softwares) de sonidos y/o para uso dentro de los Medios de Comunicaciones y en mi caso, los medios de comunicaciones católicos.  Cada vez que estoy buscando información de algún equipo o software (ya sea en los buscadores o “search” o alguna página web en particular) este mismo sigue apareciendo anunciado en todas las páginas web incluyendo si entro a ver a alguna página web que sea católica.
Les puedo decir con toda razón esto no está sucediendo por casualidad.  Esto sucede para señalarme y recordarme que necesito dicho equipo.  También estos anuncios ya sea radio, televisión, prensa escrita y con mayor en la Internet tienen como uno de sus principales objetivos es exprimirnos el bolcillo pero sobretodo las tarjetas de crédito. 
¿Qué efecto negativo tiene esta publicidad comercial?  En primer lugar me va apartando o distanciando de Dios.  Como consecuencia de este primer efecto, nos va distanciando con la relación con los hermanos ya sea dentro y fuera de la Iglesia, en especial en la familia.  Recordemos lo que dijo Jesús cuando le preguntaron cuál es el mandamiento más importante de la Ley Mosaica (ver Mateo 22, 34-40).  Jesús le contesto que amar a Dios y después de esto nos dice que muy parecido al primero está el amor a los hermanos.  
Desafortunadamente esta difusión mercantil como un cáncer va destruyendo nuestra relación con compañeros de trabajo o estudio, la relación de amistad, la relación con los hermanos, la relación del matrimonio y la familia hasta llegar a distanciar y destruir nuestra relación con Dios.
¿Qué podemos hacer para trabajar por reconstruir lo que se ha ido destruyendo tanto con el prójimo como con Dios?
En primer lugar estar consciente y reconocer cuan hondo estamos en el poso del consumerismo.  Una persona que esté en el vicio ya sea de alcohol o las drogas (a modo de ejemplo) lo primero que necesita para propósito de recuperación y sanación (exterior e interior) de ese vicio es reconocer con honestidad que tiene dicho vicio y que este no solo lo lastima a él sino que también a toda la familia.  Voy más allá, este tipo de situación lastima inclusive a la comunidad parroquial y eclesial. 
Luego de esto, se debe estudiar y conocer lo que la Iglesia nos enseña e ir poniéndolo en práctica.  Reconocer y tener muy presente que nos expone a la tentación para evitarla en lo más que sea posible dicha situación de tentación para no recaer.  ¡No vayas a lo más hondo de la piscina porque si no sabes nadar te puedes ahogar!
Comenzar una vida de oración, paso a paso con (incluyendo oración de sanación y reparación).  Como solía decir Ceferino “Cefo” Conde-Faría jugador de béisbol (semi-profesional en Puerto Rico): “lo importante es llegar a primera”.  Para llegar a la meta (anotar la carrera como se hace en béisbol o el gol en futbol [AKA “soccer”) hay comenzar y estar seguro que ese primer paso (reconocer) se dé para pasar al próximo paso.
Llevar una vida sacramental, en especial en la Eucaristía y la Reconciliación además de aumentar en nosotros la gracia (sacramental y santificante) nos va adentrando al misterio de Cristo y de la Iglesia.  Nadie puede dar lo que no tiene.  Para amar a Dios y los hermanos hay que entrar en comunión (común unión).  Esto será una herramienta de gran valor que nos ayudara a optar por Jesús y por la Iglesia.   Para optar por Jesucristo y por la Iglesia hay que amarlos.  Recordemos que el amor se hace visible y palpable por medio de la caridad (=amor hecho acción).
Un “católico simplista” que se conforma con solo ir a Misa en domingo podría pensar que esto (el consumismo y sus estrategias de publicidad) no le afecta a él o a ella.  La verdad es que nos afecta a todos a algunos más y a otros menos pero todos nos enredamos en la telaraña que nos ponen los medios de comunicaciones al darle publicidad al consumismo.
Es necesario hacer un juicio crítico y analítico y educar a los hijos sobre este tema.  Los adolescentes y los jóvenes son los más vulnerables en caer en esta “bagatela” del consumerismo.  Estos cuando no han sido educados y no se le han comunicado cuales son las consecuencias de este mal se convierten en los más asequibles a descender en el “profundo poso del consumerismo” y su propaganda mal intencionada. 
A consecuencia de esta realidad, donde los jóvenes se convierten en presa fácil, los padres debemos preguntarnos: ¿Qué debo hacer para evitar que mi hijo(a) no sea presa de este mal? ¿Cómo podemos mejorar y aliviar este mal en nuestros hijos?
Primero nos toca a los padres hacernos un examen de conciencia sincero y realista.  ¿Por qué digo y sugiero esto?  Recordemos cuando nuestros hijos en su etapa de la infancia y niñez nos solían imitar.  Por lo regular los alabábamos y le solíamos decir: “que ‘monito’ o que bien [simpático(a)] se ve el nene(a)”.  Entonces ahora de adolescente y joven ya no se ve simpático sino que decimos no sé cómo lidiar o bregar con el (o ella).  Volviendo al examen de conciencia: cuantas veces no dimos el mejor de los ejemplos, cuantas veces era yo quien estaba mal y al niño o la niña nos imitaban decíamos “que bien se veía”.
Cuando papá y mamá ya no pueden y han agotado todos los recursos, recuerden que para Dios no hay nada imposible (ver Lucas 1, 37).  Buscar ayuda muchas veces suele ser la mejor alternativa.  Tenemos que estar seguro que la ayuda sea la adecuada (un sacerdote, una religiosa, un religioso y hasta un laico comprometido con la Iglesia pero sobretodo muy bien preparado.  Esto aplica también para los sacerdotes y los religiosos(as).  La Iglesia siempre nos da las herramientas lo que hay es que saberlos aprovechar.
Podemos y debemos acoger como modelo muy digno a la Sagrada Familia.  Pidamos su intercesión.  Que María con su profesión elocuente de Madre y ama de casa interceda por los jóvenes y por las madres.     José hombre justo y trabajador incansable que aun desde el silencio interceda por los adolescentes y por los padres.  Jesús (= Dios o Yahvé salva) hijo obediente y amoroso nos cuide y nos bendiga por medio de su amor y misericordia divina.
¡Que el Espíritu Santo nos guie y nos de don del discernimiento para que podamos siempre optar por las mejores alternativas, para todo en la vida!

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