12 de octubre de 2015

¿Cuándo y cómo nuestros obispos, sacerdotes y diáconos se sienten acompañados en la Iglesia?

Hoy en la programación especial que está realizando EWTN en español sobre el sínodo de obispos estuvo como invitado el Padre Manuel Dorantes quien es Asistente del Director de la Sala de Prensa (que es el P Federico Lombardi) en la Santa Sede. El P Dorantes es un joven sacerdote que pertenece a la Arquidiócesis de Chicago.

Dentro de toda la valiosa información que el P Dorantes brindo sobre el sínodo hubo algo que llamo muy profundamente mi atención. Este joven sacerdote mencionaba que uno de los padres sinodales mencionaba que ellos como obispos se sienten acompañados cuando sus fieles oran por ellos.
Inmediatamente mi mente corrió casi a la velocidad de la luz y me detuve a reflexionar.  Nosotros el pueblo de Dios, los bautizados hacemos y propiciamos que nuestros obispos, párrocos y/o sacerdotes (y diáconos donde los haya) se sientan acompañados y sostenidos con nuestra oración.  Sobre esto también estoy plenamente confiado que también se nos preguntara en nuestro juicio. 
Por mi experiencia en el seminario en el cual estuve por siete años de lo difícil y dura que es la vida del sacerdote. Pero también por mis funciones ahora como laico de lleno en la Iglesia yo personalmente puedo dar fe que las funciones de los sacerdotes que son muy arduas especialmente cuando estos son párrocos. Sería muy apropiado un día, solo para adquirir una idea “más íntima y personalizada” cuando estemos hablando con algún sacerdote pedirles que en dos minutos nos digan cuál es su agenda común y corriente de ellos como sacerdotes.
Para que tengamos una idea básica según mi experiencia quiero detallarles lo que podría ser una agenda diaria del sacerdote.   Muchos de ellos se levantan y comúnmente comienzan con la oración que la Iglesia llama la Liturgia de las Horas (laudes en la mañana; vísperas en la tarde y las completas en la noche antes del descanso… aunque hay más estás son las más comunes).  Durante el día y horas de la tarde los párrocos están realizando trabajos administrativos. 
En este tiempo (día y la tarde) por lo regular reciben personas para los sacramentos como lo podrían ser la Reconciliación y la Unción de los Enfermos. También reciben personas para dirección espiritual. Durante las noches se reúnen con los grupos parroquiales o apostólicos. Durante el día además de lo que ya he mencionado y en horas de la noche (a cualquier hora) pueden que tengan que salir a una “emergencia sacramental”.
Cuando salen a una emergencia sacramental por lo general administran la Unción de los Enfermos, la Reconciliación (cuando el enfermo esta consiente) y el Viatico (del latín y significa de camino) o sea la última Sagrada Comunión que recibe un moribundo.
Hay sacerdotes de además de sus funciones presbiterales además son profesores de universidad, capellanes de hospitales o cárceles etc.  Esto, como bien diría mi abuelo, mal tasado son las funciones comunes del sacerdote.  Dígase cuando a pesar de estas funciones es una persona enferma diabetes, y otras enfermedades que requieren cuidado y descanso que muchas veces no se pueden dar el “lujo de tenerlo”.
Cuando un obispo, sacerdote, religioso(a), seminarista nos pida que oremos por él o ella (en el caso de religiosas o monjas) pensemos en todas las cosas que tienen que realizar como sus funciones diarias y preguntémonos si nuestra oración se pusiera en una balanza se equilibrara o se balanceara a dichas funciones.  En mi caso personal yo diría que decir que no se puede comparar mi oración por los sacerdotes vs todo los que ellos hacen por la comunidad eclesial.
Ahora en este Sínodo sobre la Familia oremos por las familias de nuestros sacerdotes y seminaristas para que estos sean un apoyo incondicional de ellos.  Oremos por aquellos sacerdotes jóvenes para que sean un gran soporte para aquellos sacerdotes más ancianos.  Oremos para que sepamos acoger fraternalmente de una forma u otra a los sacerdotes que recién llegan a nuestras comunidades eclesiales.  Pidamos a Dios por nuestros pastores y párrocos para que estos sepan canalizar sus fuerzas físicas y espirituales en aquellas cosas que realmente son para el bien común de la comunidad.
Oremos por nuestros obispos para que guiados y siempre inspirados por el Espíritu Santo sepan enseñar, gobernar y santificar al Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia. Pidamos a Dios para que los obispos recuerden siempre su deber de anunciar el Evangelio según el mismo mandato de Cristo y fiel a Pedro y sus sucesores como Cabeza Visible de la Iglesia. Pidamos al Buen Pastor que guie a sus obispos y que estos siempre gobiernen a la Iglesia buscando el bien de las almas a ellos encomendadas.  Pidamos al Espíritu Santo dador de los dones y santificador para que los obispos tengan como centro de la Iglesia particular a la Eucaristía. Además que estos ejemplo de Cristo Jesús sean administradores fieles de la gracia de Cristo el Sumo y Eterno Sacerdote en particular con el Sacrificio de la Eucaristía donde Jesucristo se ofrece en oblación perfecta por todo el Pueblo de Dios.
Orar por nuestros sacerdotes y por las vocaciones sin duda alguna es una muy buena práctica de piedad.   Enseñemos a nuestros hijos a rezar y a orar por nuestros sacerdotes.  Para que de esta forma la Iglesia nos reciproque con muchas vocaciones al sacerdocio, a la vida religiosa y a la vida de matrimonio ya que al fin y al cabo nuestros sacerdotes salen de una familia.
Algunas preguntas para la reflexión. ¿Se sienten acompañados nuestros sacerdotes en nuestras comunidades eclesiales?  Además de la oración que es sumamente necesaria: ¿Qué otras cosas suelo hacer para acompañar a los sacerdotes en nuestra parroquia?

Maria Santísima Madre del Clero Diocesano y Religioso intercede por nuestros sacerdotes.  Intercede por los que ya lo son y por los que un día en el futuro lo serán. 

No hay comentarios.:

Consultas y Respuestas: Testimonios de Fe…

Las Bienaventuranzas como faro del examen de conciencia (Conclusión)

En estos tiempos en los medios de publicidad y de  “marketing”  (mercadeo) se nos presenta la felicidad temporera y efímera como si fuera  “...