30 de mayo de 2017

María Siempre Virgen



El dogma de la Virginidad de María nos dice y enseña que María Santísima es (fue, es, y será) virgen antes, durante y después del parto.  Este dogma está fundamentado tanto por la Palabra de Dios y fuertemente por la Tradición Apostólica.  Por consecuencia lógica esta verdad de la fe cristiana está en la Iglesia desde sus inicios.

Cuando el ángel saluda a Maria en la Anunciación le dice a esta que ella ha de concebir un hijo.  María le indica y le cuestiona al ángel que cómo iba a ser posible eso ya que ella no conocía varón. 
En la cultura hebrea ‘conocer’ implicaba tener relaciones sexuales.  Hay que tener muy en cuenta que si ella hubiese tenido intenciones de
concebir hijos ya fuera con José como con cualquier otra persona, esa pregunta que María le hizo al ángel careciera de toda razón de ser.
El voto de virginidad era algo bien común aun en los matrimonios en ese entonces.   Es muy sabido en el “mundo académico” que los esenios solían hacer votos de virginidad (y de castidad).  De igual forma había mujeres vírgenes que consagradas se dedicaban al servicio del Templo de Jerusalén.
Veamos cómo algunos de los Santos Padres de la Iglesia tocan este gran asunto de la virginidad de María. 
“Al príncipe de este mundo le ha sido ocultada la virginidad de María, y su alumbramiento, al igual que la muerte del Señor: tres misterios sonoros, que fueron realizados en el silencio de Dios” (San Ignacio de Antioquía, Ephes. 19, 1).  Mi abuelo
solía decir que Dios hace sus más célebres y grandiosas obras desde el silencio.
Esto me recuerda el pasaje bíblico del Profeta Elías (ver 1Re. 19, 3-15) que estando en el desierto permanecía a la espera de Dios.  Llego la tormenta, y otros eventos y Dios no estaba allí.  Por último, llegó una brisa sueva, tenue y silenciosa y allí estaba Dios.
“En efecto, si tan sólo hubiese pretendido hacerse visible, hubiera podido ciertamente asumir un cuerpo más excelente; pero él tomó nuestro mismo cuerpo, y no de cualquier manera, sino que asumió un cuerpo puro, no mancillado por concurso de varón, formado en las entrañas de una Virgen inviolada, intacta y desconocedora de varón” (San Atanasio de Alejandría; Discurso sobre la Encarnación del Verbo, 8: PG 25;109).
Este dogma de la Perpetua Virginidad (en griego Aeiparthenos) de María fue definido en el Segundo concilio de Constantinopla en el año 553.  A inicios del segundo siglo de nuestra era cristiana San Ignacio de Antioquía predicaba sobre la virginidad de María.  El Doctor Angélico, Santo Tomás de Aquino enseñó esta doctrina en su Suma Teológica (S. Th III.28.2) que María había tenido un parto milagroso sin que su virginidad se comprometiera.  Esta doctrina ya era una verdad de fe desde el cristianismo primitivo, habiendo sido expuesta por notables escritores San Justino Mártir y Orígenes.
Como podrán notar la virginidad de María es una verdad de fe que la Iglesia ha creído y proclamado desde los mismos inicios del cristianismo.  Este es misterio de la fe que como ya había indicado en otras ocasiones es para creerlo y no necesitamos entenderlo.
Espero que esta información les sea de gran ayuda y beneficio.  No dudes en consultarme si tienes alguna duda o pregunta sobre este dogma o cualquier otro tema sobre la fe cristiana.
Puedes consultarme a las siguientes formas:     
Ø   En el Catholic.net (áreas de catequesis y pastoral hispana en USA)
Ø  Mi correo electrónico consultas@catequesisdeadultos.com  
¡Que Dios en su infinito amor y misericordia los bendiga a todos!
Tu hermano en Cristo Jesús y María Santísima, Daniel Cáliz…
                                              
PD: Corrección

En el video dije Juan Pablo I y me refería a JPII (Juan Pablo II) ...  Mis más sinceras disculpas.








































Dios... Bendiga... Amen O:)

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