26 de mayo de 2017

Dogmas Marianos: Maria Madre de Dios



El dogma de la Maternidad Divina de María establece que María sin duda alguna es la Madre de Dios que en griego se dice “Theotokos”.  Al menos esto fue así hasta que Lutero dividió la cristiandad en Occidente.


La Palabra de Dios tiene una “regla universal” por excelencia y esta es la garantía de la inerrancia bíblica.  Esta es una doctrina (verdad de fe) que garantiza la falta de error o de fallas en las Sagradas Escrituras y que por ende estas son inspiradas por Dios mismo y que por lo tanto siempre dicen la verdad, y no se equivocan.
El Evangelio de San Lucas nos presenta la Visita de la Virgen María a su prima Isabel.  El evangelista nos narra que Isabel estaba llena del Espíritu Santo (ver Lc. 1, 41) y esta le dijo (a gritos le dijo) a María: “¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!  ¿de dónde a mí que venga a mí la madre de mi Señor?” (Lc. 1, 43).
Vayamos paso a paso o por partes.  Primero Isabel estaba llena del Espíritu
Santo.  Esto implica que quien estaba hablando no era Isabel como tal sino más bien y fundamentalmente era el mismo Espíritu Santo quien estaba hablando. 
“La madre de mi Señor”.  Como podemos distinguir la palabra señor esta con letra mayúscula ya esto de por si nos da una valiosísima pista.  En toda la Sagrada Escritura para quien solo se escribe Señor con letra mayúscula es para Dios.  Además, aunque San Lucas escribió en griego,
el idioma de Maria e Isabel era el hebreo.  La palabra en este idioma para ‘el Señor’ era ‘Adonai’ el cual era (y sigue siendo) un título exclusivo para Dios.
Esto nos demuestra que María no solo es la madre de Jesús, sino que a la misma vez es la Madre de Dios.  Esta verdad de la fe cristiana fue solemnemente definida en el Concilio de Éfeso en el año 431 d.C.   Además, fue ratificado este dogma mariano en los Concilios Ecuménicos de Calcedonia y los de Constantinopla en el 431, 451 y 553 respectivamente.
El Papa Emérito Benedicto XVI en la Audiencia General del miércoles 2 de enero del 2008 nos decía: “la solemne fiesta de María, Madre de Dios, la Theotokos, es el título que se atribuyó oficialmente a María en el siglo V […] pero que ya se había consolidado en la devoción del pueblo cristiano desde el siglo III, en el contexto de las fuertes disputas de ese período sobre la persona de Cristo”.
Esto último que nos indica Benedicto XVI es de suma importancia entenderlo.  Como ya mencioné previamente este dogma fue definido en el Concilio de Éfeso.  Es de suma importancia además describir como este concilio definió este dogma: “Si alguno no confesare que el Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y que, por tanto, la Santísima Virgen es Madre de Dios, porque parió según la carne al Verbo de Dios hecho carne, sea anatema” (o sea que sea maldito).
Son muchos los protestantes y le siguen muchos católicos en hacerse la siguiente pregunta.  “¿Cómo puede ser María la Madre de Dios, si Dios ya existía antes de que ella naciera?”  En el diccionario encontramos que “madre” es la mujer que engendra.  Se dice que es madre del que ella engendró. Si aceptamos que María es madre de Jesús y que Él es Dios, entonces María es Madre de Dios.
En el Credo proclamamos que Jesucristo es engendrado, no creado.  Nos debemos preguntar: ¿engendrado por quién? Ya habíamos dicho que madre es la que engendra entonces tenemos que decir que María quien engendro a Jesús y Jesús es Dios (segunda persona divina de la Santísima Trinidad) por lo tanto María es Madre de Dios.  
Como podemos visualizar con este simple ejercicio de lógica podemos dar la respuesta a esa pregunta.  Como podemos deducir también no hay que ser un gran o experto teólogo para responder esta pregunta.
Para que no nos quede duda alguna sobre la anterior pregunta veamos que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) sobre este dogma.  “Llamada en los Evangelios ‘la Madre de Jesús’ (Jn. 2, 1; 19, 25; cf. Mt 13, 55, etc.), María es aclamada bajo el impulso del Espíritu como ‘la madre de mi Señor’ desde antes del nacimiento de su hijo (cf. Lc 1, 43). En efecto, aquél que ella concibió como hombre, por obra del Espíritu Santo, y que se ha hecho verdaderamente su Hijo según la carne, no es otro que el Hijo eterno del Padre, la segunda persona de la Santísima Trinidad.  La Iglesia confiesa que María es verdaderamente Madre de Dios [Theotokos] (cf. Concilio de Éfeso, año 649: DS, 251) (CIC # 495).
El Concilio Vaticano II en su Constitución Dogmática Lumen Gentium (LG) hace la siguiente referencia   sobre este dogma: “desde los tiempos más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles acuden con sus súplicas en todos sus peligros y necesidades” (LG # 66).
Espero que esta información les sea de gran ayuda y beneficio.  No dudes en consultarme si tienes alguna duda o pregunta sobre este dogma o cualquier otro tema sobre la fe cristiana.
Puedes consultarme a las siguientes formas:     
Ø En el Catholic.net  (áreas de catequesis y pastoral hispana en USA)
Ø bMi correo electrónico consultas@catequesisdeadultos.com  
¡Que Dios en su infinito amor y misericordia los bendiga a todos! 





































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