La corona de adviento posee sus raíces u origen de una
tradición pre-cristiana o pagana germánica (Alemania). El hecho de que la corona de adviento tenga
su origen pagano no significa que el cristianismo se paganice sino todo lo
contrario. Esto es conocido como la
inculturización o inculturación de las culturas. Yo le suelo llamar la cristianización de las
culturas.
“El segundo gran tema del magisterio de Juan Pablo II
se refiere a la urgencia de la evangelización de las culturas. Esta tarea
supone que se comprendan y se penetren las identidades culturales particulares
con una simpatía crítica y que, con un cuidado de universalidad congruente con
la realidad propiamente humana de todas las culturas, se favorezcan los
intercambios entre ellas” (Comisión Teológica Internacional, La Fe y la Inculturación [Introducción]
# 7).
Los primeros misioneros se valieron de esta tradición
para evangelizar a la cultura germana y por ende a las personas. Esto es algo que la Iglesia ha estado
realizando desde tiempo apostólicos. Por
eso la Iglesia tiene distintos ritos litúrgicos o distintas formas de celebrar
sus ritos cristianos en especial la Eucaristía.
Lo viejo (como esta tradición de la corona de
adviento) hoy toma un nuevo y pleno contenido y sentido cristiano. Porque Cristo vino a hacer que todas las
cosas queden nuevas (ver Ap. 21, 5).
Esta inculturación de la cultura o cristianización de la cultura nos
ayuda a entender mejor y poner en práctica la Palabra de Dios.
Veamos algunos elementos que podemos ver en la corona
de adviento:
Su forma circular: geométricamente está comprobado que el círculo no
tiene principio ni final. Nos podríamos
preguntar; ¿Qué podríamos aprender los cristianos de esta premisa? El amor de Dios tiene esta característica
del círculo. El amor de Dios es infinito
o sea que sin importar cuál sea nuestra conducta (buena o mala) Dios nos sigue
amando. También el círculo simboliza la eternidad.
Sus ramas verdes: El verde es asociado con la esperanza y con la
vida. Además el color verde es usado
para crear calma y serenidad en las personas.
Esto está comprobado por
psicólogos y psiquiatras. Por eso en las escuelas las pizarras (o
pizarrón) suelen ser verde. El verde en
la corona de adviento nos debe recordar que los cristianos debemos vivir en
esperanza y perseverante hasta llegar un día a estar ante la presencia infinita
y eterna del Dios Altísimo a esto es lo que llamamos llegar al Cielo.
Cuatro velas o cirios: En las Misas de la Vigilia Pascual, después que el
sacerdote (o el diácono) bendice el cirio pascual suele cantar (en procesión al
templo) cargando el cirio “luz de Cristo”. Esto nos recuerda que Cristo es la luz del
mundo que nos libera de las tinieblas del pecado. Con la luz que producen las velas de la
corona se nos quiere recordar que Cristo es luz eterna, que nunca se apaga y
que Él quiere ser luz para nuestra vida cristiana.
Como ya sabemos son cuatro velas. Tres de estas son moradas y una es color de rosa o rosado.
Se enciende una vela cada semana
(domingo) de adviento.
El color morado
representa el sentido penitencial de este tiempo litúrgico. Es penitencia pero no es muerte. Por eso podemos decir que esta penitencia de
adviento es esperanzadora y que la espera es uno de los elementos más
importante en el adviento.
La tercera vela es color de rosa. Este tercer
domingo de Adviento suele ser llamado “Domingo de Gaudete”. La gaudete nos viene del latín y significa regocijarse. El color rosado nos expresa la alegría. Como la vivió María, José, los pastores y los
magos de oriente. Seguramente muchas más
personas vivieron esta alegría de la por la inminente llegada del Mesías. Hoy en día todos los bautizados estamos
llamados a vivir esta alegría cristiana y saber contagiarla a los demás.
El listón rojo: simboliza nuestro amor a Dios y el amor de Dios que
nos compromete a vivir en amor fraternal con los demás.
La Iglesia alienta a sus hijos practicar esta gran devoción
de la Corona de Adviento. Los domingos
de Adviento la familia o la comunidad se pueden reunir entorno a la corona de
adviento para orar. Es muy recomendable
leer algún pasaje bíblico, especialmente los que están relacionado al adviento y
hacer o leer alguna reflexión. La corona
de adviento puede ser llevada al templo para ser bendecida por algún diácono o sacerdote.
Esta es tradición muy apropiada para celebrar en
familia y con algunas amistades y/o hermanos de la comunidad. ¡No perdamos esta hermosa tradición religiosa!
¡Que el Espíritu Santo que visito a María para
anunciarle la Encarnación de Jesucristo, interceda por nosotros y por las
familias para crecer en gracia y amor en este tiempo de Adviento y siempre!
Dios… Bendiga… Amén
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