15 de noviembre de 2014

¡Oh seremos premiados o seremos sancionados! Domingo XXXIII T O – Ciclo A

Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31: Trabaja con sus hábiles manos.
Salmo Responsorial 127: R/. Dichoso el que teme al Señor.
1ra Tesalonicenses 5, 1-6: Que el día del Señor no los sorprenda como un ladrón.
San Mateo 25, 14-30: Porque has sido fiel en cosas de poco valor, entra a tomar parte en la alegría de tu Señor.
Ya estamos llegando al final de este año (ciclo A) litúrgico.  La liturgia de nuestro Rito Latino divide el leccionario en tres años (A, B & C) para los domingos y para los días de la semana nos da dos opciones; año par y año impar.  El Año Litúrgico  comienza en Adviento y finaliza con el domingo en que celebramos la Fiesta de Cristo Rey en año litúrgico que se esté celebrando.  Hoy celebramos el Domingo XXXIII (33) del Ciclo A en el Tiempo Ordinario donde la Iglesia nos pide que reflexionemos en la Parábola de los Talentos.

En este domingo la liturgia magistralmente nos presenta la Parábola de los Talentos.  De acuerdo a esta, Dios nos premiara con mucho más si hemos sido fieles y producido lo esperado o se nos quitara lo poco que se nos ha confiado si no hemos producido nada.  Es una gran tentación el pensar que como ya hemos escuchado muchísimo ese texto bíblico ya no sacaremos provecho o enseñanza para nuestra espiritual.   Cualquier texto de la Biblia por el hecho de ser Palabra de Dios siempre nos puede dar inspiraciones nuevas sin importar cuantas veces lo hayamos leído o escuchado.
En las Sagradas Escrituras especialmente en los libros sapienciales, frecuentemente nos afirman dos aspectos: que el ser ocioso(a) es camino o vía segura para lograr muchos males; mientras que el ser hacendoso(a) nos encamina a recibir muchos bienes.
El autor del Libro de los Proverbios hoy nos presenta un poema en honor a la madre esmerada.   En Israel para los tiempos bíblico el hombre era quien dominaba.  Podemos decir que el Pueblo de Israel poseía una cultura machista y por lo tanto la mujer era muy poca apreciada.  Este texto bíblico nos invita a reflexionar en esta mal social y a ser agradecidos con el arduo trabajo que realizan las esposas y madres.
La segunda lectura nos recuerda que el Día del Señor vendrá en el momento menos inesperado, por lo tanto es necesaria la continua vigilancia y por ende estar preparados en todo momento.  También nos recuerda que como bautizados debemos estar muy consiente que somos hijos de la luz.  Como hijos de la luz estamos llamados a estar sobrios y despiertos para trabajar continuamente para ganar la corona (ver 2Tim. 4, 5-8) de la vida eterna.
San Mateo nos presenta hoy la Parábola de los Talentos.  El talento equivalía más o menos unos treinta kilos de metal precioso.  La parábola de Jesús fue la que le dio a esta palabra el sentido que tiene hoy en día.
Nos podríamos preguntar: ¿Quién es el siervo fiel?  ¿Quién es el siervo desleal?  El siervo fiel es aquel(lla) con quien el señor y patrón puede contar en todo momento en especial cuanto esté está ausente.  Mientras que el siervo infiel o desleal es aquel(lla) que sabiendo lo que su señor espera que demos frutos (ganar intereses) no es capaz de producir aunque sea el mínimo.
No importa cuál sea el (los) talento(s) que Dios nos dé, estamos llamados a producir fruto(s).  Llegar y pertenecer al Reino de Dios no se logra siendo estéril sino más bien hay que trabajar arduamente.  ¿Cuán fecunda o infructífera llevo mi vida cristiana? Recordemos que Dios me llama personalmente (por mi nombre) para vivir en acción comunitaria por lo tanto todos estamos llamados a ayudarnos los unos a los otros (ver Gal. 6, 2-4).
Hay ciertas cosas que debemos tener muy en cuenta a la hora de poner en obras nuestros talentos y dones.
El egoísmo y el subjetivismo individualista que nos llevan a solo ver nuestro propio lado de las cosas es quizás más que una piedra una muralla que dificulta nuestra misión y entrega a los demás que como cristianos estamos llamados a vivir. El ser egoísta e individualista nos lleva a ir creando nuestro propio mundo lo cual nos impide ver más allá de nuestros propios intereses.  Esto se convierte en obstáculo, y muchas veces posiblemente el mayor de los obstáculos cuando queremos o se nos invita a servir a los demás.  Nuestra oración debe estar centrada en pedirle a Dios que vaya rompiendo y superando ese egoísmo e individualismo para llegar a ser seres más afines a la comunidad eclesial y por ende con todos los demás en especial aquellos menos afortunados.
Todo ser humano nace con unas tendencias desordenadas.  Unos más y otros menos pero esas tendencias están ahí por causa del pecado.  Pero Cristo Jesús nos ha dejado unos medios para superar dichos apegos turbulentos.  Sin duda alguna la oración y la abnegación son herramientas para superar todo lo que nos impide obrar en caridad (o sea amor hecho acción) con los demás.  Nuestra oración debe estar centrada en pedirle a Dios que nos ayude a aprender a renunciar a sí mismo para disminuir y frenar a los gustos y placeres desordenados para ser más desprendidos y generosos con los demás.
Nos debemos preguntar: ¿cuán importante es la misión apostólica en nuestra comunidad eclesial (ya sea capilla, misión, parroquia, diócesis)?  Veamos el significado de las palabras “misa” y “misión” vamos a notar que ambas tienen la misma raíz etimológica (origen de las palabras) en su significación la cual es “ser enviado”.  Hay una expresión que posiblemente nació de algunos de los países de misión que es la siguiente: “después de la Misa a la misión”.  Esta era la metodología (por así decirlo) de los primeros cristianos después de finalizar la Cena del Señor (o sea la Eucaristía) salían (toda la comunidad) a evangelizar, catequizar (en especial a los catecúmenos o candidatos al bautismo).  Si los primeros cristianos lo hacían por qué no nosotros.
La vida es un don, un talento, que el Señor nos da por lo tanto es nuestro deber de cristiano hacerla fructificar.  Este debe ser nuestro compromiso teniendo en cuenta que Cristo no dejo el ejemplo.  Por tal razón es un ejemplo que debemos de imitar.
¡Que Dios en su Misterio Trinitario al ser una Comunidad que vive en el Amor siempre nos guie y nos ayude a ser cada más semejantes a Dios, a su amor que rompe todas las cadenas que atan a ser humano! 

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