Señor Dios Omnipotente y Omnipresente, Tú que eres el Locutor por
excelencia…
Permíteme llegar al corazón de todos los seres humanos, como tú lo
hacías con tu pueblo. Déjame iluminar,
el día oscurecido, con el fuego purificador de la voz de tu Espíritu. Concédeme
la oportunidad y la Gracia ser un Effetá (ábrete) para abrir los ojos humanos y
espirituales de quienes no ven ni sienten tu Infinito Amor.
Impúlsame para que caminemos por valles y montañas con el poder de tu
Palabra Sanadora y Salvadora. Dame
fuerzas para caminar en medio de aquellas personas que su compañía es la frecuencia
receptora del mal en la sociedad. Hazme
un instrumento transformador de Paz, Justicia & Amor, para con todos los
seres humanos.
Guíame para no caer en el fango y la viscosidad que causa vivir en la mediocridad y en el pecado. Y si cayera en esta situación, señálame y
márcame el camino a través de tu Santa Palabra, la Tradición Apostólica, la Vida
Sacramental y la vida de oración.
Dale serenidad y ecuanimidad a mi corazón, para que pueda transmitir y difundir tu Reino más que de palabra con mi
propia vida. Pon en mis labios palabras
sabias, palabras que broten desde lo más profundo de tu Santo Espíritu para que
pueda intuir y entender el pensamiento y el corazón de los que llevan una vida
vacía.
Pon en mi camino tu luz, que transforma el corazón para que pueda
tomarla y ponerla en lo alto y así los demás no se pierdan.
Bendice a todas las personas que me escuchan y me rodean, porque ellos
son el motivo y la fuente de mi inspiración según me conquista tu Amor.
Dale calor a cada una de mis palabras, para que el día lluvioso de la monotonía y la vaciedad sean para todos
un don abrasador y acogedor.
Aísla todas mis penas, para que mis palabras nazcan en sintonía a tu
Santa Palabra para que circule, y haga feliz al que no lo es.
Señor guíame siempre para que pueda brindar la música siempre conforme a
lo que enseña la Iglesia que tú mismo fundaste.
¡María Santísima Madre de Dios y Madre de la Iglesia, tu que desde el
silencio de tu vida cotidiana y desde el silencio de tu corazón, supiste ser
locutora del Amor de Dios te pedimos que intercedas por cada uno los locutores
que queremos llevar a nuestra audiencia el Camino, la Verdad y la Vida que tu
Hijo muy Amado!
¡San Maximiliano Kolbe, San Gabriel Arcángel y tú la más excelsa creatura de Dios Virgen
Sagrada María, oren e intercedan por todos los locutores del mundo! Amén.
Autor: Daniel
Caliz¡Ven Espíritu Santo y envía desde el Cielo un rayo de tu Luz!
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