Compiten
en barbarie y odio contra la fe Europa y los Estados Unidos. Incendios de
iglesias y de imágenes religiosas en Europa, seguidos del levantamiento de una
gigantesca estatua en honor a Satanás en Estados Unidos.
Luego,
sacrilegios eucarísticos "artísticos" o sin excusa estúpida,
en España,
seguidos de un sacrilegio contra una imagen de la Virgen María en
Oklahoma, con ocasión
de la Navidad.
El
promotor de esta última
ofensa, Adam Daniels, quien ha recibido permiso de realizar su acto de escarnio
en frente de la catedral católica de San José, en Oklahoma City, dice
abiertamente que ha escogido degradar esa imagen de la Virgen porque "ella
es un emblema de la Iglesia Católica".
Este
es el tipo de sociedad "desarrollada" a la que miramos los países
"atrasados" o "en vías de desarrollo." Este es también el
mundo que tus hijos van a conocer. Y si tus hijos son cristianos, serán
odiados. Demencialmente odiados.
Que
yo me calle no arregla nada. Que los sacerdotes no despertemos la conciencia
sobre este tema no arregla nada. Que los sacerdotes nos dediquemos sólo a dar
palmadas en la espalda y a decirle a la gente que sea buena persona NO ES
SUFICIENTE.
Los
repetidos y asquerosos actos de blasfemia que se han presentado varias veces en
la catedral de Buenos Aires demuestran que esto se va a extender pronto a todas
partes.
Y
repito: el buenísimo, y el decirle a la gente que Dios bendice sus planes NO
ES SUFICIENTE.
Requerimos
una muy sólida formación que nos ubique en por qué el mundo está en lo que
está. Preparen a sus hijos para el combate. Pero tendrán que ser muy inteligentes al
combatir. Cualquier error facilitará las cosas a los enemigos de la fe.
Personalmente
no creo que esta sea la batalla del fin de los tiempos. Pero es que la razón para luchar no es si se
trata o no del fin de los tiempos sino si se trata o no de la gloria de Dios.
¡Viva
Cristo Rey!
Autor:
Fray Nelson Medina O.P.
Fuente:
http://fraynelson.com/blog/
Nota Personal de (Daniel Ben Rosali / Daniel Caliz Facebook)
Sin duda alguna estoy de acuerdo con Fray Nelson. Nuestro Bautismo nos hace cristianos no solo
por las aguas bautismales sino además porque fuimos ungidos con el Santo
Crisma. Precisamente las palabras cristo
(del griego) y mesías (hebreo) significan aquel que fue ungido.
El Espíritu Santo por medio de esta unción con el Crisma de
los Catecúmenos (= candidatos al bautismo) nos concede lo que la Iglesia llama
la Triple Misión de Cristo de ser sacerdotes, reyes y profetas.
El sacerdocio ministerial u ordenado y el “sacerdocio común
de los fieles” participan de Sacerdocio de Cristo Jesús quien
es el Sumo & Eterno Sacerdote, según el Rito del Melquisedec
(ver Hebreos 9, 11-28). Junto al
Sacrificio del Alfa & Omega en el Altar (Sacrificio Mayor, Banquete del
Reino y Sacrificio de los Sacrificios) que preside el presbítero en la
comunidad eclesial nos permite además de ofrecer sacrificios (de nuestra propia
vida y familiar) nos permite interceder unos por otros y santificar.
El cristiano está llamado a servir como lo hizo Cristo por
medio del servicio (Mc. 10, 45). La
Iglesia ha reconocido esta vocación del servicio dándose oblativamente a todo
ser humano en especial aquellos más necesitados y maginados (ver Mt. 25, 14-30;
Mt. 25, 31-40). Como dice la canción “amar
es entregarse (por medio del servicio) olvidándose de sí, buscando lo
que al otro pueda hacer feliz”.
La función del profeta NO ES
adivinar el futuro sino más bien anunciar y denunciar. Si nos fijamos eso fue lo que realizaron
(anunciar & denunciar) los profetas del Antiguo Testamento y Juan el
Bautista en el Nuevo Testamento. Nuestra
vocación profética nos interpela a anunciar la gracia, la justicia, y todo lo
que agrada a Dios. Por otro lado, esta vocación
exhorta a denunciar el pecado, la inmoralidad, y todo lo que desagrada a
Dios. Una definición de lo que es ser
profeta que hace mucho leí en algún libro es: “el(la) profeta es aquel(lla) que
habla con Dios de los hombres y que le habla a los hombre de Dios”.
¡Que
en este Año de la Misericordia que llevemos fielmente ese llamado de la Triple Misión
que un día Dios nos hizo desde las aguas y la unción en el Bautismo para ser sacerdotes,
reyes y profetas!
Dios…
Bendiga… Amén O:)
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