20 de marzo de 2016

El Triduo Pascual la fiesta de las fiestas…

Contrario a lo que muchos católicos piensan la cuaresma no finaliza el Domingo de Ramos o de la Pasión sino más bien el Jueves Santo antes de la Misa Vespertina de la Cena del Señor.  El Triduo Pascual da inicio con la Misa Vespertina de la Cena del Señor hasta las Vísperas del Domingo de Pascua del Señor.

Esto es muy importante tenerlo presente especialmente si tenemos que hacer alguna corrección (siempre con caridad fraterna) a algún hermano(a) que esté equivocado en estos temas.
La palabra triduo sin duda alguna nos dejara saber que se trata de algo alusivo al número tres.  De hecho el Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe define triduo como “celebraciones religiosas que se practican durante tres días”.  Aunque el triduo más común que la Iglesia celebra es el de la Pascua la Iglesia celebra otros tipos de triduos.  Hay triduos para celebraciones marianas y de algunos santos también.  Aunque para estos últimos dos es más común celebrar novenas (nueve días de oración) en vez de triduos.
La palabra pascua (en hebreo pésaj significa salto o paso) significa paso.  El Triduo Pascual celebra el acontecimiento más importante que tenemos los cristianos la Resurrección del Señor.   Por eso nos dice San Pablo que: “si Cristo no resucito, es vana nuestra predicación y vana es también la fe de ustedes” (1Cor. 15, 14).   Te recomiendo que leas 1Cor. 15, 1-17.
Antes del Concilio Vaticano II (1962-1965) y su renovación de la liturgia el Triduo Pascual se observaba a modo de preparación de la Fiesta de Pascua.  Los días del Triduo en ese entonces eran jueves, viernes y sábado de la Semana Santa.  Esta celebración era llamada “triduo de la pasión”.
Después del Vaticano II el calendario litúrgico tuvo algunos cambios en especial la visión de la celebración del Triduo Pascual y las normas litúrgicas de la Semana Santa.  De aquí en adelante el Triduo Pascual se expone no como un tiempo de preparación el tiempo de preparación desde entonces pasó a ser en la cuaresma. 
Con esta nueva renovación litúrgica el Triduo Pascual se celebra como una sola cosa.  Este desde entonces además se le llama también el Triduo del Crucificado, del Sepultado y del Resucitado.  Los días a considerarse del Triduo Pascual son viernes, sábado y domingo y ya NO jueves, viernes y sábado.
¿Por qué eso es así?  Esto es así porque el calendario judío es calendario lunar nosotros (literalmente casi todo el planeta) tenemos el calendario solar (específicamente el Calendario Gregoriano desde 1589 d.C.).  Los días comienzan con la caída del sol o el ocaso hasta la caída del sol del día siguiente.  Esto significa que el día sábado (Šhabbat) comienza en la caída del sol del vienes y finaliza con el ocaso del sábado.  La Iglesia para su calendario litúrgico sigue el calendario lunar.  Por eso es cuando vamos a la Santa Misa el sábado por la noche (usualmente después de las 4:00 PM) ya estamos en Misa del domingo.
Jueves Santo:
Como mencione previamente el Triduo Pascual comienza con la Misa Vespertina de la Cena del Señor.  Este es el primer evento del triduo pascual.  Nuestro Señor Jesucristo instituye este día dos de los siete sacramentos y estos son la Eucaristía y Orden Sacerdotal.  Además nos deja el legado y el ejemplo más perfecto del amor y del servicio a los demás.
La Eucaristía no nació de la nada, como solía decir un profesor de teología en mis años del seminario.  La Eucaristía nace dentro del contexto de la Pascua Hebrea por eso podríamos decir que la Pascua de Israel es la “madre” de la Eucaristía.  La Pascua es eje centrar de la liturgia.  La Iglesia  
Aunque muchos no lo crean así la Santa Misa tiene que ver mucho con ambas alianzas bíblica en especial la última la Nueva y Eterna Alianza.  Cada año con la Pascua el hebreo sellaba la alianza hasta el siguiente año.  En forma análoga podemos decir que cada semana (cada domingo) sellamos la alianza (Nueva y Eterna) hasta la próxima semana.
Este día también el Señor estableció el Orden Sacerdotal.  No debemos preguntar si este sacramento se trata de una orden ¿Qué orden le dio Jesús a los Apóstoles?  Para esto vallamos al primer relato eucarístico del Nuevo Testamento.  San Pablo le explica a la Comunidad de los Corintios que el Señor la noche en que fue entregado, tomo pan pronuncio la acción de gracias (= eucaristía) y se lo paso a los discípulos y luego le dice hagan esto en memoria mia” (ver 1Cor. 11, 26-32 & Lc. 22, 19).  En ese hagan es que estriba la orden que dio Jesús a sus apóstoles.  Por eso es que el Sacramento del Orden está íntimamente relacionado a la Eucaristía.
Además de los Sacramentos de la Eucaristía y del Orden, Jesús nos deja el mejor legado del servicio y la caridad fraterna.  Con el lavatorio de los pies el Señor es el primero en ponerse a nuestro servirse.  Por eso Él nos dirá: “Hagan como el Hijo del Hombre, que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por muchos” (Mt. 20, 28). 
Aquí podemos apreciar que el verdadero servicio requiere la más exigente de las entregas.  De esto nos dieron ejemplo reciente las mártires de Yemen, las cuatro religiosas miembros de la Misioneras de la Caridad de la Beata (próximamente a ser canonizada) Madre Teresa de Calcuta en Adén (Yemen).   Me imagino al Señor lavándole los pies a estas sus siervas allá en el Cielo.
Como preparación para el Jueves Santo, yo considero que es muy importante, además de leer las lecturas correspondientes a ese día, leer y reflexionar en capítulo 6 del Evangelio de San Juan.  Primero Jesús de comer a la muchedumbre (ver Jn. 6, 1-12).  Luego nos dice que Él es el Pan de Vida Eterna (Jn. 6, 35-47; Jn. 6, 48-58).   Para que esto suceda es de suma importancia creer en el Enviado del Padre (ver Jn. 6, 29; Jn. 6, 35; Jn. 6, 47).  Jesús nos deja su cuerpo y su sangre para alimentos para la vida eterna (ver Jn. 6, 55-58).
Viernes Santo:
Desde pequeño yo solía escuchar a mucha gente decir “yo voy a Misa solamente el Viernes Santo”.  Yo desde ese mismo tiempo en mi vida sabia distinguir que los Vienes Santo y los Sábados Santos era los únicos días que la Iglesia no celebra la Santa Misa sino más bien celebra la Liturgia de la Palabra con la Sagrada Comunión y con esta la Adoración a la Santa Cruz.  En esta celebración litúrgica se lee la Pasión del Señor.
Además en muchas parroquias o comunidades eclesiales se suele celebrar un Vía Crucis Viviente.  Aunque no necesariamente tiene que ser así.  Hay lugares donde por distintas razones pastorales solamente se suele rezar el Vía Crucis y meditar en cada una de sus estaciones.  Tal como sea el caso, de una forma u otra es de vital importancia mantener no solo un orden sino además (y más importante) llevar un digna devoción.
Otra práctica del Vienes Santo lo es la Predicación de la Siete Palabras (o Frases) de Jesucristo en la Cruz.  Personalmente es una práctica que extraño mucho ya que en mi parroquia no se suele hacer.  Este servidor está preparando una serie de videos cortos para ponerlos en YouTube.  Próximamente les daré más detalles.
Recordemos que la Biblia y toda la Palabra de Dios o Revelación Divina (Tradición Apostólica y la Palabra Escrita o Biblia) se divide no solo en el Antiguo y Nuevos Testamentos sino también y en forma de sinónimo o semejantemente se divide en Antigua y Nueva Alianzas.  En medio de estos (y estas) está Jesucristo.  
La primera (Antigua Alianza) estaba para ser la antesala preparatoria de Cristo para nuestras vidas.  La segunda está para mostrar y afianzar a Cristo Jesús en nuestras vidas.  La Nueva Alianza y Eterna solo puede ser entendida desde perspectiva comunitaria y eclesial.
Nos debemos preguntar: ¿Cuándo y cómo finalizó la Antigua Alianza y cuándo y cómo comenzó la Nueva Alianza?  La sexta de las siete palabras o frases de Jesucristo en la Cruz, Jesús dijo: “Todo está consumado” (Jn. 19, 30).  Nos dice la Palabra de Dios que cuando Cristo murió en la Cruz el velo del templo de Jerusalén de rasgo (ver Mt. 27, 51).  Esto nos debe llegar a preguntarnos: ¿Qué se consumó?  Se ha consumado la Antigua Alianza para comenzar la Nueva Alianza (ambas alianzas de amor).   La Antigua Alianza finalizo no porque fuera mala o perniciosa sino que su razón de ser desde la perspectiva profética con Cristo Jesús ya se cumplió.
Sábado Santo:


Sábado Santo es un día alitúrgico o sea que no se celebra la liturgia de la Santa Misa.  Pero algunos me dirán y que pasa con la Vigilia Pascual que se celebra sábado por la noche.  El calendario hebreo es un calendario lunar.  El día, en el calendario hebreo, comienza con el ocaso (caída del sol), y culmina al próximo ocaso del siguiente día.  
La Iglesia en su calendario litúrgico sigue este mismo espacio de tiempo.  Por eso es cuando vemos a Misa el sábado después de las 4:00 PM estamos yendo a Misa de Domingo.  La Pascua Judía en tiempo de Jesús correspondía ser el sábado.  Para los judíos cuando una de sus fiestas caía en sábado, esta era considerada “doble sábado o shabbaton”.  Cuando traducimos esta palabra shabbaton es significado en español es sábado santo.
La Midrash (o sea la explicación de la ley o la tradición de la ley) establecía que si por alguna razón de peso no se podía celebrar la pascua (el día que fuera) se podía adelantar o atrasar un día.  Pero no se podía comer el cordero, se ponía un hueso del cordero.  Como podrán deducir Jesús tenía razones demás para adelantar su última pascua de su vida terrena.
Algo que es muy conveniente aclarar es que el tal mencionado “sábado de gloria” dentro de la Iglesia y su calendario litúrgico no existe.  Este término fue inventado por el comercio y los medios de comunicaciones seculares para tener la excusa no solo terminar en triduo pascual antes sino que además comenzar (como solía decir mi abuelito) el pachanga antes de tiempo.  Como podrán notar esto no más que una propaganda publicitaria para opacar en verdadero sentido de la Semana Santa y por ende del Triduo Pascual.
Vigilia Pascual:
Como dije al iniciar esta reflexión sobre el Triduo Pascual, este finaliza con las Misas de Pascuas del día, hasta llegar a las Vísperas del Domingo de la Pascua.  Hay que recalcar también que la Pascua de Resurrección del Señor es el más grande de las festividades litúrgica en la Iglesia.  Por eso San Pablo dice: “Y si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación y vana también la fe de ustedes” (1Cor. 15, 14).  Te exhorto y recomiendo que leas 1Cor. 15, 1-17.  La liturgia de la Iglesia nace por y en la Pascua del Señor.  El tiempo litúrgico de Pascua dura 50 días hasta Pentecostés. 
La Pascua de Resurrección de Cristo evoca y tiene su prefiguración (o sea anunciar antes de) en la Pascua del Pueblo de Israel cuando paso de la esclavitud en Egipto hasta llegar a su liberación definitiva al llegar a “la tierra que mana leche y miel” (ver Ex. 3, 8) a lo que en ese entonces era Canaán que después llegaría a ser Israel. 
El triduo pascual es el cumplimiento cabal por parte de Jesús de la voluntad del Padre.  Al morir Jesús destruye la muerte y al resucitar restaura la vida.  Vivir en armonía plena con Dios era la voluntad de Dios al crear a nuestros padres Adán y Eva pero esta fue tronchada y quebrantada por su pecado de desobediencia.
La Pascua es el eje central de toda la liturgia.  De hecho la liturgia en la Iglesia nace desde el acontecimiento de la Pascua de la Resurrección del Señor.  Por eso es que todos los domingos son “domingos pascuales” (NO domingos de Pascua).  Por esta razón es que en la Santa Misa decimos: “anunciamos tu muerte proclamamos tu resurrección ven Señor Jesús”.  Esto es así ya que San Pablo nos dice: “siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que él vuelva” (1Cor. 11, 26).
Sería muy beneficioso ver algunos elementos de la Pascua Hebrea que nos ayudara a entender la Pascua Cristiana en especial la Eucaristía como Cena o Banquete Pascual.
La Pascua (o Pésaj) festeja la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto obrada por Dios a través de Moisés.  La Pésaj es celebrada en un espacio de siete días (u ocho en la diáspora).  Cristo con su Resurrección y en la Eucaristía (y todos los sacramentos en especial la Reconciliación) nos quieren llevar a la redención y a la salvación que en su profunda esencia es liberación del pecado (cuya consecuencia es la muerte) a la vida plena y eterna en Dios.  El libro del Éxodo relata la vocación de Moisés, quien fue elegido por Dios para liberar, redimir y salvar a su pueblo (ver Ex. Cap. 6).
Hay una serie de símbolos en la pascua hebrea que de una forma u otra encaminan o prefiguran a Cristo Jesús.   Primero tenemos el cordero pascual.  Veamos cuales son las características del cordero pascual.  Este tenía que ser macho, de menos de un año y sin defecto.  El codero era sacrificado por el jefe de la familia quien usualmente era el padre de la familia.  Estas sin duda alguna, en cierta forma se pueden aplicar a Jesús.  Es de suma importancia entender que el cordero pascual prefiguraba al Cordero de Dios que siendo Inmaculado se ofreció y de donó personalmente (ver Jn. 10, 17-18) para ser sacrificado en el madero de la Cruz por el Padre y que en Amor Puro e incalculable se nos da como alimento espiritual en la Eucaristía.
Veremos que desde el inicio del ministerio (o vida pública de Jesús) de Jesús fue Juan el Bautista quien lo presento al pueblo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (ver Jn. 1, 29).  Estas palabras para nosotros actualmente parecen sonar bonitas o “cool” (como suelen decir los jóvenes) pero para la cultura hebrea sin duda era una palabras muy duras y difícil de entender.  A ningún hombre desde el Antiguo Testamento y todo el Nuevo se había ni se llamó de esta forma.
Desde que se construyó el Templo de Jerusalén (en tiempo del Rey Salomón hasta el tiempo de Jesús en esta tierra) el cordero solo se podía sacrificar y comer en el templo (o en los alrededores del templo).  Los sacerdotes del templo eran los responsables de verificar que cada cordero estuviera apto para ser sacrificado.   En tiempo de Jesús en su última pascua (comúnmente llamada “Ultima Cena”) si nos fijamos bien en los textos neotestamentarios, Jesús fue verificado por los sacerdotes y sumo sacerdotes para determinar que fuera apto para el sacrificio.  Una vez destruido el templo hasta nuestros días se dejó de comer el cordero y en la mesa de la cena pascual hebrea se pone un hueso del cordero (se coloca en la fuente alegórica de la noche del Séder {séder en hebreo significa orden}). 
Para poder entender esto te recomiendo que veas el video La Semana Santa donde el Apologista Frank Morera explica esto muy detalladamente.
Otro símbolo son los panes ácimos (sin levadura) que se comen en los siete días que dura la Pésaj Hebrea.  “Los panes ácimos que Israel come cada año en la Pascua conmemoran la salida apresurada y liberadora de Egipto” (CIC # 1334).  Esto debe ser entendido desde una transcendencia eucarística por eso “Jesús instituyó su Eucaristía dando un sentido nuevo y definitivo a la bendición del pan y del cáliz” (CIC # 1334).  Considero muy importante leer y reflexionar en capítulo 6 del Evangelio de San Juan. 
Para concluir:
La Iglesia nos anima a vivir estos días del Triduo Pascual como un camino de esperanza.  Esperanza que nos lleva al regocijo de tener a Cristo vivo en medio nuestro.  El fruto que nos deja el Triduo Pascual que nos ha presentado de manera palpable, es el Misterio de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios y Redentor del hombre.  Estamos llamados a ser centinelas de la luz de Cristo.  Como sucede con la fe que no es solamente algo personal sino además es comunitaria.  En forma similar, el gran misterio del Triduo Pascual no se puede quedar en lo personal sino que hay vivirlo desde ámbito comunitario.
“Como cristianos estamos llamados a ser centinelas de la mañana, que saben ver los signos del Resucitado, como han hecho las mujeres y los discípulos que corrieron al sepulcro al alba del primer día de la semana” (Papa Francisco, Audiencia General, 1 de abril de 2015).  “Y en la gran Vigilia pascual, donde resuena nuevamente el Aleluya, celebramos a Cristo Resucitado centro y fin del cosmos y de la historia; velamos llenos de esperanza esperando su regreso, cuando la Pascua tendrá su plena manifestación”.   En estos días del Triduo santo no nos limitemos a conmemorar la pasión del Señor, sino que entremos en el misterio, hagamos nuestros sus sentimientos, sus actitudes, como nos invita a hacer el apóstol Pablo: ‘Tengan entre ustedes los sentimientos propios de Cristo Jesús’” (Flp. 2, 5) (Ibíd.).
La Pascua de Cristo es el paso de la muerte a la resurrección (vida) y de este modo, Él venció la muerte.  En el Misterio Pascual está la dirección y el culmen de la historia humana.  “Por ello, la Pascua no es simplemente una fiesta entre otras: es la ‘Fiesta de las fiestas’, ‘Solemnidad de las solemnidades’, como la Eucaristía es el Sacramento de los sacramentos (el gran sacramento).  San Atanasio la llama ‘el gran domingo’ (Ep. fest. 329) así como la Semana Santa es llamada en oriente "la gran semana". El Misterio de la Resurrección, en el cual Cristo ha aplastado la muerte, penetra en nuestro viejo tiempo con su poderosa energía hasta que todo le esté sometido” (CIC # 1169).  El Beato “Boricua” (Puertorriqueño) Carlos “Charli” Rodríguez decía sobre la Vigilia Pascual “vivimos para esa noche”.
Desde lo más profundo de mi corazón les deseo a todos ustedes hermanos(as) en el Señor una Felices Pascua de Resurrección del Señor Jesús.  “¡Dios quien es Amor Eterno & Misericordia Infinita  los Bendiga, y que Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales!” (Ef. 1, 3).
Para dudas o preguntan consultas@catequesisdeadultos.com

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