26 de diciembre de 2023

Las Bienaventuranzas como faro del examen de conciencia (Los que trabajan por la Paz - Parte 7)

“Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mt. 5,9).

En la Santa Misa el presbítero (el sacerdote y el obispo) nos dice: “La paz les dejo, mi paz les doy” (ver y leer Jn. 14,27).  La Iglesia en su Misal Romano prosigue con la siguiente oración: “no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.  Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos” (cf. Jn. 14,27; Misal Romano).  Continua el texto joánico diciéndonos: “No se turbe su corazón ni se acobarde”(Jn. 14,27).

Después del amor la paz (en mí humilde opinión) es uno de los atributos de Dios de mayor trascendencia.  Sugiero que nos hagamos las siguientes preguntas.  ¿Qué es trabajar por la paz?  ¿Qué implica trabajar por la paz?  

En la internet una vez leí “trabajar por la paz es trabajar por la vida”.   Trabajar por la vida tal cómo Dios la ha proyectado en su plan de salvación.  Este plan de salvación ha de verse desde lo humano y sus expectativas y su desarrollo siempre en amor, justicia, gozo y paz. Si nos fijamos muy bien esas son las mismas características del Reino Dios (ver y leer Rm. 14,17-21) 

Tenemos que desde lo humano el trabajar por la paz debe trascender a al plano espiritual.  Es por eso que trabajar por la paz en muchas ocasiones implica decir “NO”.  Decir no al pecado, a las injusticias, a todo aquello que va en contra del plan creador de Dios (aborto, eutanasia etc.) en definitiva decir no a todo aquello que no le agrada a Dios y por ende va en contra de la propia naturaleza de Dios.

En hebreo la palabra paz la cual es שָׁלוֹם (shalóm) que significa integridad, solidez, bienestar, paz (esta última es la más usada y por lo tanto la más usada conocida).  Shalom tiene su origen de la palabra שָׁלֵם (shalem) y se pronuncia (shaw-lame') y esta significa completo, seguro, en paz.  En este sentido es muy apropiado mencionar que no puede haber paz incompleta (ej. media paz o tres cuartos de paz).  De la misma forma no puede haber paz insegura o dudosa.  La paz que nos da el Señor es completa, segura y por ende infalible.

Veamos el contexto lingüístico en griego koiné.  La palabra en el griego koiné es ειρηνοποιοι (eirénopoi) la cual es presente plural “los pacificadores”.  Ya esto implica que la paz va más allá de lo personal.  La paz de las bienaventuranzas está llamada a ser realizada desde el contexto comunitario.  Además es una acción que hay que realizar en un momento preciso. El singular de “eirénopoi”es ερηνοποιός (eirénopoios) que lógicamente significa “el pacificador”.

A esta bienaventuranza le toca el don de la sabiduría.  “A los pacíficos se les concede la semejanza de Dios. Todas estas cosas pueden cumplirse en esta vida, así como sabemos que se cumplieron con los Apóstoles, porque lo que se ofrece después de esta vida no puede explicarse con palabras” (San Agustín de Hipona).  ¿Qué es el don de la sabiduría?  En simples palabras (y como ha dicho el Apologista Católico Frank Morera) “la sabiduría es apoderarse de los hábitos (métodos, costumbres, conductas, destrezas, atributos) de Dios”.  Ya hemos mencionado que la paz es uno de los atributos (características) de Dios.

Es de vital importancia aclarar que la sabiduría como don divino no tiene que ver nada con la inteligencia humana.  Ya que hay muchas personas que son muy brillantes (inteligentes) pero no tienen los hábitos de Dios.  Esto es algo en que cualquier cristiano podría caer (poniéndome yo el primero en la fila).

Preguntas para reflexionar en está bienaventuranza: 

¿Le pido a Dios en oración que mi ser sea recipiente de su paz infalible?

¿Cuándo escucho esta oración proclamada por el sacerdote sobre la paz de Cristo el domingo en la Eucaristía me llevo esa paz para mi hogar para vivirla con la familia? 

¿Me la llevo para mi trabajo y los demás ambientes donde yo tránsito y motivo a otros también a ser partícipes de esta Paz que Cristo Jesús nos da?   

¿Cuándo la gente me ve ya sea de compras, en restaurant, el cine, etc. se nota que vivo y respiro esa paz de Cristo?

Le pido al Espíritu Santo el don de la sabiduría y que por medio de este don se perfeccione la virtud de la caridad o sea de ese amor que demostramos con nuestras obras o acciones.

Señor Jesús tu vida terrenal fue un constante vivir en este don de la sabiduría.  No permitas que la envidia nunca atente corromper ni desaparecer la caridad fraterna nosotros y por ende la paz que viene de tu corazón   De igual forma nunca permitas que la necedad espiritual nunca sea piedra de tropiezo para vivir el don de la sabiduría.  Tampoco permitas que nuestro diario vivir esté marcado con cosas triviales y de esta forma no nos resistamos a vivir todo aquello que le agrada a Dios.

Espíritu Santo que pones la paz en la comunidad eclesial por en estos tiempos esa paz que sane los corazones de las fracciones más íntimas que surgen en el mismo interior de la Iglesia.

 

Que seamos los bautizados misioneros de la paz como un día lo fue San Francisco de Asís. Que este junto a la Bienaventurada y Pacífica Virgen María intercedan por todo el mundo para que la paz sea reine siempre junto al amor y la justicia.



Para su beneficio les dejo los enlaces de las siguientes partes de esta reflexión de cómo hacer un examen de conciencia con las bienaventuranzas.

Las Bienaventuranzas como faro del examen de conciencia (Los perseguidos por causa de la justicia – Parte 8)

Las Bienaventuranzas como faro del examen de conciencia (Conclusión)




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