“Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios” (Mt. 5,8).
Cuando nacemos a esta vida corporal nuestra alma no está limpia del todo. ¿Por qué? La Iglesia nos enseña que todos los seres humanos hemos nacido con la mancha del pecado original.
En esta bienaventuranza la limpieza de corazón en hebreo, זַךְ (zákh) significa “puro” o “limpio” mientras que לֵב (lev); (pl. לְבָבוֹת – levavot) que significa corazón, mente, voluntad; la parte interior, el medio o centro.
Estábamos destinados a ser creados limpios de corazón. Entonces, ¿Qué cambio eso? Sin duda alguna el pecado. Es por eso que nacemos a esta vida corporal nuestra alma no está limpia del todo. Ya que todo ser humano carga con la mancha del pecado original.
Es muy importante tener en cuenta que una vez sé da la caída del hombre Dios toma carta en el asunto. Entonces notaremos cuando leemos el texto bíblico de la creación que una vez sé da esa primera desobediencia del hombre a su Creador, este pone en nuestro corazón unas huellas que nos encaminan a la fe y a la esperanza (ver y leer Gn. 3,15). Claro está para obrar en plena caridad fraterna.
Los limpios de corazón se ven compaginados con el don del entendimiento (inteligencia). “A los limpios de corazón la facultad de ver a Dios como a los que tienen ojo limpio para entender las cosas eternas” (San Agustín de Hipona). “La catarata es la opacidad parcial o total del cristalino. La opacidad provoca que la luz se disperse dentro del ojo y no se pueda enfocar en la retina, creando imágenes difusas” (Wikipedia).
En esta definición de lo que es una catarata me quisiera enfocar en esta última frase “creando imágenes difusas”. Eso es lo que sucede cuando no poseemos este don se crea una imagen difusa en nuestra alma y todo nuestro ser porque no estamos debidamente encaminados. Lo contrario a este don sería la insensatez (humana y espiritual), la imprudencia, la contradicción, etc.
Veamos algo de contexto del griego koiné.
El término griego καθαροί (katharoí) significa “los puros” o “los limpios” El término katharoí es una palabra que es adjetivo masculino nominativo plural y ente caso que expresa cualidad (pureza, limpieza, etc.). Este vocablo katharoí se deriva de κᾰθᾰρός (katharós) que significa limpio, claro (cristalino) y puro.
En griego koine καρδια significa corazón (como fuente de emoción, amor, etc.), mente, estómago, cualquier recipiente hueco, centro o parte interior: médula (de madera), profundidad (del mar).
Katharoí se da de forma perfecta por medio de la gracia (virtudes teologales: fe, esperanza y caridad, dones y frutos del ES) en nuestro bautismo. Esto es así ya que es Dios mismo quién obra en nuestros bautismo. En este sentido esta bienaventuranza (y todas las demás) inician desde nuestro bautismo.
Tenemos además el término griego ὄψονται (opsontai) que significa “ellos verán”. “Opsontai” es un verbo, futuro indicativo, tercera persona plural. Esta palabra proviene del vocablo ὁράω (horaó) cuya significación es ver, percibir, o atender. Este es usado para expresar algo que es imperativo ver, algo que es indispensable percibir, discernimiento apremiante que por ende debemos prestar sumo cuidado.
A menudo es usado con un significado metafórico, por ejemplo: “ver con la mente” o “ver con los ojos del alma” y más aún si se trata de algo espiritual. Es muy apropiado que nos preguntemos: ¿Cómo vemos espiritualmente? Seguramente con la percepción espiritual, que podremos lograr en la oración y en el discernimiento. Y más profundamente con toda nuestra vida espiritual.
Veamos algunas preguntas alusivas a esta sexta bienaventuranza podrían ser:
¿Puedo reconocer que mancha nuestra limpieza o pureza de corazón?
¿Ayudo a otros a vivir en esa limpieza de corazón?
¿Es mi testimonio de vida cristiana motivación para que otros se adhieran a la Iglesia y quieran vivir limpios de corazón?
¿Estoy consciente que el vivir ausente de la limpieza de corazón me puede costar el Cielo o sea la salvación?
¿Una vez que se (por medio de la oración y examen de conciencia) que he caído busco por medio la reconciliación con los hermanos y con el Sacramento de la Reconciliación restaurar la limpieza de corazón que Cristo me pide para el combate espiritual?
En oración soy capaz de pedir el don de entendimiento para poder conocer día a día más y la fe y esta sea el puente que me lleve a la avenida infinita de la caridad fraterna.
Señor concédenos el don de entendimiento para que nuestra vida sea un obrar que se transforme en una catequesis, una apologética y una predicación hecha acción latente siendo escrita con tinta imborrable de nuestro corazón, nuestra alma y todo nuestro ser.
Santa Madre Dios tú recibiste el don de entendimiento y de esa forma fuiste fiel a la voluntad de Dios. Te pedimos filialmente que ores e intercedas por la Iglesia y por todo el mundo para que seamos dóciles y fieles a voluntad de Dios en todos los momentos de nuestras vidas.
Para su beneficio les dejo los enlaces de las siguientes partes de esta reflexión de cómo hacer un examen de conciencia con las bienaventuranzas.
Las Bienaventuranzas como faro del examen de conciencia (Los que trabajan por la Paz - Parte 7)
Las Bienaventuranzas como faro del examen de conciencia (Conclusión)
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