Hechos 12,1-11: Ahora sí estoy seguro de que el Señor envió a
su ángel, para librarme de las manos de Herodes.
Salmo Responsorial 33: R/. El Señor me libró de
todos mis temores.
2 Timoteo 4,6-8.17-18: Ahora sólo espero la
corona merecida.
Mateo 16,13-19: Tú eres Pedro y yo te daré las llaves del
Reino de los cielos.
Cuando uno va a Roma y al Vaticano y ve los
estilos arquitectónicos usados la construcción de los templos seguramente uno
se queda fascinado. Por lo menos ese fue
mi caso cuando fui allá hace unos meses atrás para la canonización de Juan
Pablo II y Juan XXIII. Pero al
reflexionar sobre esto me vino a la mente los “estilos arquitectónicos” humanos y espirituales que Dios ha usado (y
sigue usando) para su Iglesia.
Precisamente a Pedro y a Pablo los podríamos considerar esos dos
primeros “estilos arquitectónicos” de
los cuales el Espíritu Santo se valió para que la Iglesia comenzara a caminar
en este mundo.