11 de abril de 2016

¿Qué son y cuáles son los Dones del Espíritu Santo? Introducción

Usualmente nos preguntamos ¿Quién es el Espíritu Santo?  Hasta un niño pequeño podría contestar esta pregunta y decirnos que el Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.  Pero también nos podríamos preguntar ¿Qué es el Espíritu Santo?
Podríamos decir que el Espíritu Santo (E.S.) es el resultado de la “ecuación matemática perfecta” como el producto del Amor entre el Padre y el Hijo.  Y a su vez el Amor entre el Hijo al Padre.  El resultado de esa “ecuación matemática perfecta y amorosa” es el Espíritu Santo. 
Entonces tenemos que el Espíritu Santo posee tres operaciones realiza por medio de la gracia y estas son: los dones, los frutos (los cuales son resultados de los dones) y los carismas.   Todo don del Espíritu Santo son hábitos sobrenaturales porque son obra directa de Dios y que por ende sobrepasa todo plano natural del ser humano.  Los dones nos ayudan en nuestra santificación diaria. 
Estos los podemos perder por el pecado o sea al perder la gracia santificante.  Pero para nuestra dicha los podemos recuperar (al igual que la gracia) con el Sacramento de la Reconciliación.  
Los dones aunque los hemos recibido en nuestro Bautismo debemos pedirlos en oración.  Lamentable este hecho de que ya desde nuestro bautismo se nos suele olvidar.  Nuestros padres y padrinos quizás nunca nos han dicho que poseemos los donde desde nuestro bautismo.  Más aun quizás nadie nunca se los dijo a ellos y por ende nadie nos lo ha dicho a nosotros.
Por eso si estás leyendo esta reflexión catequética después que leas esta déjale saber a tus hijos (o ahijados) que ellos poseen los dones del E.S.
Los frutos como ya mencione son producto o resultados de los dones.  Los carismas (que también son dones) por su parte son para el beneficio de la comunidad eclesial o sea para la construcción del Reino de Dios.
La palabra don literalmente significa algo que se nos da de gratis.  Por ejemplo la gracia (del latín gratia o sea que literalmente se traduce como gratis) es el don de Dios en nuestra alma y en nuestro ser.  Los dones (aquí no hablo de carismas los cuales son dones también como ya mencioné) del Espíritu Santo son hábitos sobrenaturales y espirituales porque los da el Espíritu Santo para recibir y secundar las mociones del Espíritu Santo. 
Aunque los dones son regalos del Dios Uno & Trino se llaman Dones del Espíritu Santo ya que es la Tercera Persona (Espíritu Santo) de la Santísima Trinidad es el regalo que el Padre y el Hijo da a todos los bautizados.  En este sentido podríamos decir que el Espíritu Santo es el máximo y más excelente Don de entre todos los dones que recibimos y podamos recibir.
Los dones influyen la potencia o facultades del alma (entendimiento o intelecto, voluntad & la memoria).  Estas son los motores de las virtudes teologales (Fe, Esperanza & Caridad).  Los dones actúan en favor y beneficio de nuestra santidad.
La fe nos informa por lo tanto pertenece a la facultad del entendimiento.  La fe cristiana no es algo que este en una cajita mágica.  Dios la inspira y nos la regala desde nuestro Bautismo pero eventualmente esa fe de ir creciendo por medio de la oración, vida sacramental, dirección o acompañamiento espiritual y por supuesto estudio o formación permanente.
La caridad o sea el amor hecho acción se adecúa o se ajusta a la voluntad.  En este sentido es fácil de entender la santidad como vocación o llamado que el mismo Dios pone en nuestro corazón solo por amor a Dios y al prójimo.
La virtud de la esperanza proporciona grandiosa acomodación a la memoria.  Esta última  trata de conectar nuestro tiempo (cronos: pasado, presente & futuro) con el tiempo de Dios (kairos: presente, presente & presente o sea eternidad) y de esta forma nos proyecta más allá de nuestro propio tiempo hacia la eternidad (kairos, tiempo de Dios).
“Los siete dones del Espíritu Santo son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.  “Pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David (cf. Is. 11, 1-2).  Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben.  Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas” (CCE # 1831).   Lo que para nosotros los bautizados es por la gracia para Dios (Padre, Hijo, & E.S.) es por naturaleza.
De los dones salen o brotan los frutos del E.S. los cuales posteriormente también estaremos reflexionando.  Si no tenemos dones tampoco tendremos frutos del E.S.  Como ya mencione el Espíritu Santo es el don por excelencia que Dios nos da desde nuestro bautismo.  Este es quien obra la santidad y el amor en nosotros.
Hay que entender que el alma no puede por sus propias fuerzas adquirir los hábitos de Dios.  Ya que hay un enorme abismo entre Dios y el hombre el cual ha sido causado por nuestro pecado. 
Los dones trascienden nuestras limitaciones por eso el alma no puede tenerlos por sí mismo.  Es por eso aunque los dones los recibimos en nuestro bautismo es indispensable pedirlos en oración a Dios y de esta forma alcanzar la santidad.
Lamentablemente esto es algo que muchos programas de catequesis en todas sus etapas no suelen enseñar en sus clases de religión o educación permanente en la fe.
Los dones los podemos dividir en dos grupos.  Tenemos los Dones Intelectuales que son SabiduríaConsejo, Inteligencia, y Ciencia.  Tenemos también los Dones de la Voluntad del hombre (o dones afectivos) los cuales son Fortaleza, Piedad, y Temor de Dios.  Veamos cada uno de los dones del E.S (puedes darle 'click' para abrir cada enlace de cada uno de estos).
Revisado: Julio 13, 2022.

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