Usualmente
nos preguntamos ¿Quién es el Espíritu Santo?
Hasta un niño pequeño podría contestar esta pregunta y decirnos que el
Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Pero también nos podríamos preguntar ¿Qué
es el Espíritu Santo?
Podríamos
decir que el Espíritu Santo (E.S.) es el resultado de la “ecuación
matemática perfecta” como
el producto del Amor entre el Padre y el Hijo.
Y a su vez el Amor entre el Hijo al Padre. El resultado de esa “ecuación
matemática perfecta y amorosa” es
el Espíritu Santo.
Entonces
tenemos que el Espíritu Santo posee tres operaciones realiza por medio de la
gracia y estas son: los dones, los frutos (los cuales son
resultados de los dones) y los carismas. Todo don del Espíritu Santo
son hábitos sobrenaturales porque son obra directa de Dios y que por
ende sobrepasa todo plano natural del ser humano. Los dones nos ayudan en nuestra
santificación diaria.
Estos
los podemos perder por el pecado o sea al perder la gracia santificante. Pero para nuestra dicha los podemos recuperar
(al igual que la gracia) con el Sacramento de la Reconciliación.
Los
dones aunque los hemos recibido en nuestro Bautismo debemos pedirlos en
oración. Lamentable este hecho de que ya
desde nuestro bautismo se nos suele olvidar.
Nuestros padres y padrinos quizás nunca nos han dicho que poseemos los
donde desde nuestro bautismo. Más aun
quizás nadie nunca se los dijo a ellos y por ende nadie nos lo ha dicho a
nosotros.
Por
eso si estás leyendo esta reflexión catequética después que leas esta déjale
saber a tus hijos (o ahijados) que ellos poseen los dones del E.S.
Los
frutos como ya mencione son producto o resultados de los dones. Los carismas (que también son dones) por su
parte son para el beneficio de la comunidad eclesial o sea para la
construcción del Reino de Dios.
La
palabra don literalmente significa algo que se nos da de gratis. Por ejemplo la gracia
(del latín gratia o sea que literalmente se traduce como gratis)
es el don de Dios en nuestra alma y en nuestro ser. Los dones (aquí no hablo de carismas
los cuales son dones también como ya mencioné) del Espíritu Santo son hábitos sobrenaturales
y espirituales porque los da el Espíritu Santo para recibir y secundar las
mociones del Espíritu Santo.
Aunque
los dones son regalos del Dios Uno & Trino se llaman Dones del
Espíritu Santo ya que es la Tercera Persona (Espíritu Santo) de la Santísima
Trinidad es el regalo que el Padre y el Hijo da a todos
los bautizados. En este sentido
podríamos decir que el Espíritu Santo es el máximo y más excelente Don de entre
todos los dones que recibimos y podamos recibir.
Los
dones influyen la potencia o facultades del alma (entendimiento o intelecto,
voluntad & la memoria). Estas son los
motores de las virtudes teologales (Fe, Esperanza & Caridad). Los dones actúan en favor y beneficio de
nuestra santidad.
La
fe nos informa por lo tanto pertenece a la facultad del entendimiento. La fe cristiana no es algo que este en una
cajita mágica. Dios la inspira y nos la
regala desde nuestro Bautismo pero eventualmente esa fe de ir creciendo por
medio de la oración, vida sacramental, dirección o acompañamiento espiritual y
por supuesto estudio o formación permanente.
La
caridad o sea el amor hecho acción se adecúa o se ajusta a la voluntad. En este sentido es fácil de entender la
santidad como vocación o llamado que el mismo Dios pone en nuestro corazón solo
por amor a Dios y al prójimo.
La
virtud de la esperanza proporciona grandiosa acomodación a la memoria. Esta última
trata de conectar nuestro tiempo (cronos: pasado, presente & futuro)
con el tiempo de Dios (kairos:
presente, presente & presente o sea eternidad)
y de esta forma nos proyecta más allá de nuestro propio tiempo hacia la
eternidad (kairos, tiempo de Dios).
“Los
siete dones del Espíritu Santo son: sabiduría, inteligencia, consejo,
fortaleza, ciencia, piedad y
temor de Dios. “Pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David
(cf. Is. 11, 1-2).
Completan y llevan a su perfección las
virtudes de quienes los reciben. Hacen a
los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas”
(CCE # 1831). Lo que para
nosotros los bautizados es por la gracia para Dios (Padre, Hijo, & E.S.)
es por naturaleza.
De
los dones salen o brotan los frutos del E.S. los cuales posteriormente también estaremos
reflexionando. Si no tenemos dones
tampoco tendremos frutos del E.S. Como
ya mencione el Espíritu Santo es el don por excelencia que Dios nos da desde nuestro
bautismo. Este es quien obra la santidad
y el amor en nosotros.
Hay
que entender que el alma no puede por sus propias fuerzas adquirir los hábitos
de Dios. Ya que hay un enorme abismo
entre Dios y el hombre el cual ha sido causado por nuestro pecado.
Los
dones trascienden nuestras limitaciones por eso el alma no puede tenerlos por
sí mismo. Es por eso aunque los dones
los recibimos en nuestro bautismo es indispensable pedirlos en oración a Dios y
de esta forma alcanzar la santidad.
Lamentablemente
esto es algo que muchos programas de catequesis en todas sus etapas no suelen
enseñar en sus clases de religión o educación permanente en la fe.
Los
dones los podemos dividir en dos grupos.
Tenemos los Dones Intelectuales
que son Sabiduría, Consejo,
Inteligencia,
y Ciencia. Tenemos también los Dones de la Voluntad del hombre (o dones afectivos) los cuales son Fortaleza, Piedad, y Temor de Dios. Veamos cada uno de los dones del E.S (puedes darle 'click' para abrir cada enlace de cada uno de estos).
Revisado: Julio 13, 2022.
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